Frank Edwards, el futbolista de Loos
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Frank Edwards, el futbolista de Loos
Tras varias semanas de entrenamiento en los alrededores de Les Brebis, donde se encontraba acuartelado, el 1º Batallón de los Fusileros Irlandeses de Londres se puso en camino hacia primera línea para ocupar sus posiciones en el gran ataque, en el que el batallón formaría parte de la primera oleada que debería de tomar las dos líneas de trincheras alemanas que se encontraban en el extremo sur de la línea alemana que defendía el pueblo de Loos. Era el 24 de septiembre de 1915 y a las 23:15 el batallón se puso en camino a cubierto de la noche y bajo una fuerte lluvia que convirtió el terreno en un barrizal. El estruendo de la barrera artillera hacía mucho que resonaba por toda el área. Cuando los hombres llegaron a la primera línea se acomodaron como pudieron bajo la lluvia y esperaron.
A las 5:50 del día siguiente, los técnicos confirmaron que el viento era favorable para la liberación del gas tóxico que debía de dirigirse hacia las trincheras enemigas. Los “hombres del gas” empezaron a abrir las válvulas de los cilindros a presión que contenías en gas asfixiante y las tuberías de plomo colocadas apuntando a línea alemana comenzaron a liberar su venenoso contenido, que comenzó a ser empujado hacia el oeste por el ligero viento.
A las 6:00, los oficiales dieron las instrucciones finales y los hombres prepararon sus fusiles, bayonetas y capuchas antigás. Pero a las 6:15 el viento cambió bruscamente y el gas comenzó a retroceder, haciendo que los hombres se apresurasen a colocarse sus capuchas y a ajustárselas bajo el cuello de la guerrera. Algunos no se dieron la suficiente prisa y comenzaron a desplomarse medio asfixiados, víctimas del gas. Fue en ese momento cuando algunos hombres contemplaron a un camarada que parecía haber perdido el juicio: el soldado Frank Edwards estaba en mitad del gas tóxico sin la capucha puesta e intentaba inflar a soplidos un balón de fútbol medio deshinchado que acababa de sacarse de la mochila.
Frank Edwards había nacido en Whitton, al sudoeste de Londres, en 1893. Con 18 años, era el capitán del equipo de fútbol del batallón y había concebido la idea de cargar contra las trincheras enemigas jugando al fútbol, para así darle al enemigo la mayor sorpresa que pudiera imaginarse y demostrar de qué estaban hechos los hombres del regimiento. La idea la había propuesto a sus superiores y la noche anterior había recibido el visto bueno de su jefe de compañía.
A las 6:30, el comandante Beresford, el jefe del batallón, se subió al parapeto y poniéndose al frente de sus hombres dio la orden de avanzar. Los hombres saltaron a la tierra de nadie y formaron cuatro líneas de avance, lanzándose a la carrera contra la primera línea enemiga.
En la primera línea británica estaba Edwards, que comenzó a avanzar moviendo el balón y pasándoselo a Michael Mileham, el cual se lo pasó a Walter Dalby, y éste a su vez a William Taylor, todo ello en medio del gas y el humo y rodeados del shrapnel que estallaba sobre sus cabezas. Edwards no pudo avanzar mucho en este partido de muerte, pues a los veinte metros de iniciarse fue alcanzado por la metralla en un muslo y derribado. Fue su compañero Mileham quien allí mismo le aplicó un torniquete que le salvaría la vida. Mientras, el balón siguió avanzando y cuando penetró en el alambre alemán casi todo el batallón gritó “¡gooool!”. El balón pudo ser recuperado, aunque en bastante mal estado.
La primera línea enemiga pudo ser alcanzada con relativa facilidad, pero llegar a la segunda iba a resultar más difícil. Beresford recibió un balazo en un pulmón y desde el suelo pudo ver cómo sus hombres gritaban, se retorcían y eran derribados uno tras otro en medio del humo y las balas. La lucha por la trinchera alemana pasó a convertirse en un duelo de granaderos en el que los defensores tenían la ventaja. Con todo, varios hombres del batallón consiguieron entrar en la trinchera y en una furiosa lucha a bayonetazos se hicieron con una sección de ella.
Pero al final la batalla se perdió, pues el contraataque alemán posterior no pudo ser contenido y el número de bajas británicas evidenciaron un fracaso tan enorme como sangriento.
Edwards pasó un año convaleciente de sus heridas y los efectos del gas le acompañaron para el resto de sus días. No obstante, su recuperación fue realmente buena y en los dos años siguientes consiguió dos certificados como instructor y entrenador físico. Licenciado el 5 de febrero de 1919 se reenganchó en el Ejército y fue polícía militar. En diciembre de 1935 abandonó el Ejército y falleció en enero de 1964, a los 71 años de edad.
El balón de Loos en la actualidad, tras una importante restauración.
Fuentes principales:
http://www.ww2talk.com/forum/prewar/482 ... mbers.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Frank_Edwards_(soldier)
http://www.twickenham-museum.org.uk/det ... tentID=358
http://battlefields1418.50megs.com/footballerloos.htm
http://www.dailymail.co.uk/news/article ... rthed.html
¿Qué mejor manera de morir puede tener un hombre, que la de enfrentarse a su terrible destino defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?
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Re: Frank Edwards, el futbolista de Loos
¿Lo de asaltar una trinchera dando patadas a un balón lo hicieron los británicos en alguna ocasión más?
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Re: Frank Edwards, el futbolista de Loos
Creo que sí, que posteriormente hubieron otros casos aunque ahora no recuerdo exactamente. Cuando un flipao hace una chifladura siempre hay otro que lo imita, no falla.
¿Qué mejor manera de morir puede tener un hombre, que la de enfrentarse a su terrible destino defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?
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Re: Frank Edwards, el futbolista de Loos
Me suena que en el Somme también hubo alguna compañía que avanzó tras chutar un balón, pero no recuerdo donde lo he leído...
Saludos.
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Re: Frank Edwards, el futbolista de Loos
En la película Leyendas de Pasión los británicos saltan la trinchera tras chutar un balón de fútbol.
Buena historia jlchinchilla .
Saludos.
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Re: Frank Edwards, el futbolista de Loos
Desde luego es una manera de desconectar de la realidad de la guerra.
Saludos.
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Re: Frank Edwards, el futbolista de Loos
Sabía que me sonaba de algo... En el primer día del Somme el Capitán Nevill, 8º Batallón, Regimiento Royal East Surrey, utilizó dos balones para darle un poco más de emoción al asunto, y ambos fueron llevados hasta las trincheras alemanas, recuperándose más tarde... Por desgracia Nevill fue de los primeros en caer, pero este hecho le hizo merecedor de fama imperecedera y una entrada en la wiki: https://en.wikipedia.org/wiki/Wilfred_Nevill
Uno de los balones se conserva en el castillo de Dover:
La inscripción tiene su guasa, me he reído con lo de "no referee"...
Saludos.
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Re: Frank Edwards, el futbolista de Loos
Curiosamente Gaziel, corresponsal de La Vanguardia en Francia, escribió:
"Los alemanes van a la guerra como a una cruzada. Los franceses, como a un sacrificio indispensable. Los ingleses, como a un sport".
"Los alemanes van a la guerra como a una cruzada. Los franceses, como a un sacrificio indispensable. Los ingleses, como a un sport".
"No sé lo que hay que hacer, esto no es una guerra".
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