Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Uniformes, condecoraciones, pertrechos y demás equipamientos del soldado.
Qadesh

Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por Qadesh »

Os propongo en este hilo colgar imágenes de cantineras de todas las épocas, a ser posible españolas, o de paises hispanoparlantes (francesas las hay a porrillo, incluso con nombres y apellidos en páginas como la siguiente:)

http://www.vivandiere.net/vivstuff.html

Empiezo colgando las siguientes:

Imagen
Dibujo de Le Petit Journal en el que se muestra la cantinera de un Regimiento español en Marruecos. Era llamada "la alegria del regimiento".

Imagen

Imagen
La Sargento 2ª Cantinera Irene Morales
En 1879, la calma de una vida tranquila, semicolonial, fue remecida bruscamente por la Guerra del Pacífico, conflicto que lanzó fuera de sus hogares a esposos e hijos, que marcharon a los campos de batalla en defensa del patrimonio nacional. Dadas las costumbres de aquella época, el sexo femenino quedó prácticamente excluido de participar en ella; muchas mujeres trabajaron en las fábricas de uniformes y en la confección de camisas y otras sirvieron de cantineras (enfermeras) de los soldados en campaña.

Recién fallecido su padre, cuando ella tenía sólo trece años, se fue a vivir con su madre a Valparaíso, donde se inició trabajando en costura.

En el puerto el amor golpeó fuertemente en su juvenil corazón y al poco tiempo un artesano la hizo su mujer, pero la mala suerte tenía dispuesto que su marido muriera antes de cumplir un año de desposados.

Corría 1877; expiró su madre y sintiéndose desamparada, sin pedir consejo a nadie y con el ánimo de olvidar sus desgracias, decidió trasladarse a Antofagasta, hacia donde sacó pasaje de tercera clase, con el producto de la venta de su máquina de coser.

Antes de cinco meses tuvo la oportunidad de iniciar el cumplimiento de su promesa y el 14 de febrero de 1879, después de la eufórica recepción a las fuerzas de desembarco chilenas, fue una de las primeras que corrieron al edificio de la Prefectura para celebrar la ocupación, en medio de los entusiastas residentes chilenos, que constituían nada menos que el 85 por ciento de la población antofagastina.

Durante la Ocupación de Antofagasta, doña Irene, disfrazada de hombre, se presentó al 3º de LINEA, Batallón en que fue a sentar plaza de soldado, creyendo poder hacerse pasar como otro cualquiera de los hombres que acudían a reconocer cuartel.

Su ardid falló, pues fue descubierta por la Comisión Receptora la que la reconoció fácilmente, pues se encontraba en el apogeo de su hermosura. Sin embargo, el Capitán Camus la enganchó como soldado "tercerino".

Hizo derroche de coraje y terminado cada combate, se entregaba a la tarea de cantinera; abnegada y tierna, curaba a los heridos y enfermos y les servía, a veces, un rancho improvisado.

Al año siguiente, el General en Jefe, Manuel Baquedano, supo de sus hazañas. La mandó llamar y la autorizó oficialmente para que vistiera el uniforme de cantinera y a la vez le otorgó el grado de Sargento.

Actuó en la Batalla de Tacna, donde fue levemente herida cuando, con su pequeño barrilito terciado, daba un sorbo de agua a los agotados combatientes.

Dice la leyenda que ella fue la primera mujer-soldado que entró en Tacna entre los punteros de la avanzada del Regimiento de Caballería CARABINEROS DE YUNGAY, jinete en un brioso mulato, llevando su arma con la diestra en alto, gritando "Viva Chile".

Pasados los años y pese a los quebrantos físicos que ya se anunciaban, el 7 de octubre de 1888, día en que se inauguraba el monumento al "Roto Chileno" en la Plaza Yungay, en homenaje a la bravura del que participó en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, la cantinera Irene Morales llegó, a duras penas, al justiciero acto patriótico. Su presencia no pasó inadvertida y al ser reconocida, todos los asistentes la vitorearon y aplaudieron con el mayor de los entusiasmos. Era lo menos que se merecía y fue el último y el mayor que recibió.

El 25 de agosto de 1890, la valiente y abnegada "monja de la caridad", como se la llamó, entregó su alma a Dios en la sala común de un hospital.
Fuente: Página oficial del Ejército de Chile

(Seguirá...)


Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Al pie del Morro se encontraron 367 cadáveres, que fueron quemados por el coronel don Samuel Valdivieso, el día 9 de junio; y durante mucho tiempo, el mar estuvo arrojando restos humanos a la playa.
En la plaza del pueblo fueron fusilados 67 hombres por una mujer, que ordenó esa ejecución: la IRENE MORALES, cantinera que acompañó al ejército, al 3º de línea, en el asalto.
La Irene Morales hizo toda la campaña del Pacífico y prestó los más importantes servicios, desde el 14 de febrero de 1879, fecha en que se tomó posesión de Antofagasta.
En ese día, la Irene Morales se encontraba en el indicado puerto al frente de un pequeño negocio de abarrotes. Casada con un músico, desertor de la Artillería de Marina, se había avecindado junto con él en Antofagasta. Un buen día, el marido de Irene mató a un sargento boliviano, e Irene, a pesar de todo cuánto hizo, no pudo impedir su ejecución; aquella mujer guardó en su alma la memoria de aquel suplicio, que ella siempre creyó injusto, y esperó tranquila el día de la venganza.
Llegó el 14 de febrero de 1879. La Morales quemó su negocio, lo regaló todo a la Compañía de Artillería de Marina del capitán don Pablo Silva Prado, y se hizo cantinera.
Se batió en primera fila siempre, se le vio en Pisagua, Dolores, Angeles, Tacna, Arica, Chorrillos y Miraflores. Curaba heridos, acompañaba a los moribundos, peleaba, y era en la guarnición, ángel de caridad. En ocasiones, como en Arica, leona herida en el fondo de su alma, de sus afecciones, que venga antiguos rencores, mata y destruye sin piedad cuánto encuentra.
La Irene, pues, fusiló, lo dijimos, 67 infelices, que inútilmente pidieron perdón; que la tropa obedecía fielmente a Irene, sin pestañear.
Nicanor Molinare "Asalto y Toma del Morro de Arica"

Saludos
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Más cantineras:

Carmen Vilches, cantinera del Batallón de Mineros de Atacama

Durante la Guerra del Pacífico que enfrentó a Chile, Perú y Bolivia por el salitre de Atacama y su explotación, básicamente, las mujeres chilenas jugaron un papel clave. Autorizadas oficialmente a marchar con los regimientos y a vestirse con dosmán azul y bombachas rojas como los soldados, las cantineras prestaban auxilio médico, manejaban la intendencia, los polvorines e incluso luchaban cuerpo a cuerpo en la batalla, cuando los hombres caían. Carmen Vilches, cantinera del Batallón de Mineros de Atacama, fue crucial en la toma del Fuerte Los Ángeles. Clavó sus bombachas rojas en una lanza y trepó ella misma delante de los hombres, mermados por un enfrentamiento agotador, prometiendo su culo y sus enaguas a todos los que llegasen con ella a la cima. La batalla se ganó y no fue una bandera la que se clavó en lo alto, sino el pantalón rojo de su uniforme.

Fuente: http://elfloridobyte.com/alquitara/588/ ... -coloradas

La sargento Candelaria e Irene Morales

De acuerdo con una tradición fidedigna, el último cañonazo de Maipú lo disparó una mujer. Sabido es que hacia el final de la batalla invadieron el campo espontáneos combatientes civiles cuya acción consistió en capturar soldados realistas echándoles el lazo. Entre estos enardecidos paisanos se vio a una huasita que allegaba fuego al estopín de un cañón abandonado, el que vomitó hacia las casas de Lo Espejo la postrera bala gruesa de la contienda.

Esta anónima heroína podría considerarse como la precursora de las admirables mozas que han dejado rastro en la historia militar de Chile. Se las conoce con el nombre de «cantineras», aunque servían también como cocineras y lavanderas; pero su humanitaria solicitud para con los heridos ha hecho ver en ellas a las antecesoras de la Cruz Roja nacional; y queda por decir que algunas, acaso las más, ganaron fama por su coraje en el manejo de las armas, combatiendo como varones en el infierno de las batallas.

Famosa entre todas, Candelaria Pérez, llamada con propiedad «la sargento Candelaria», salió del anonimato en esa guerra de leyenda con que el Ministro Portales destruyó desde ultratumba a la Confederación Perú-boliviana.

Candelaria Pérez, nacida en el barrio de la Chimba (Recoleta), tenía por oficio el de empleada doméstica, y en tal calidad había emigrado al Perú en 1833, acompañando a una familia holandesa. Poseía un físico aparentemente frágil, de tez morena y rostro fino y agraciado. En su alcancía de gallina ponedora fue depositando las monedas que ahorraba de su salario; y a la vuelta de unos años tuvo reunido suficiente dinero para independizarse. Con lo dicho se retrata su carácter: era una mujer ordenada, perseverante y sanamente ambiciosa, capaz de bastarse a sí misma en tierra extraña. Si todo nuestro pueblo estuviese hecho de gente así, distinta sería su suerte y no viviría culpando a otros de su atraso y miseria. Aprovechando su experiencia culinaria abrió en el Callao una cocinería que tuvo por nombre la «Fonda de la Chilena» y cuya especialidad fue el expendio de pescado frito. Situado en pleno barrio de marineros, el negocio prosperó con la clientela cosmopolita y bulliciosa procedente de la flota de veleros que cada día se renovaba ante los muelles. Por entonces era gobernador militar de la plaza su compatriota el general Ramón Herrera, y quién sabe si esta feliz circunstancia no le produciría la ingenua sensación de tener un protector en las alturas... Todo a pedir de boca, cuando cierta noche penetró en la bahía el comandante Angulo, cumpliendo órdenes de Portales, y de una redada se llevó tres de los buques de la escuadra Perú-boliviana. Esta captura sin precedentes paralizó el proyecto de la Confederación de atacar a Chile, pero dejó a los chilenos residentes en el Perú a merced de las represalias oficiales y populares. No bien el Gobierno de Santiago declaró la guerra, las turbas de Lima y el Callao asaltaron los domicilios y comercios de estos inocentes; la Fonda de la Chilena fue saqueada y su dueña apresada por la policía y metida en los sótanos de la fortaleza del Real Felipe.

De un día para otro, Candelaria había perdido hasta el último centavo de sus haberes. Cuando salió en libertad tuvo que volver al servicio doméstico para ganarse el sustento.

Pero esta vez no sería por largo tiempo. Una mañana de asombro y tambores batientes entró en Lima el Ejército Restaurador del general Bulnes que iba a liberar al Perú de la dominación boliviana después del cruento combate de Guías. Enloquecida de júbilo y de deseos de devolver el golpe recibido, Candelaria corrió en demanda del cuartel general de sus paisanos a ofrecer sus servicios. ¿Qué servicios? Los soldados se rieron de la pobre e hicieron chistes a costa de su condición de mujer. Porfió hasta hacerse escuchar de un oficial del Carampangue, el capitán Guillermo Nieto, y de esta entrevista salió enrolada en calidad de cantinera y enfermera y con doce pesos mensuales, que era el sueldo de un sargento. A poco le dieron el grado y el uniforme correspondientes, y no tardaría en demostrar que era capaz de llevarlos con honor.

Se halló presente en el combate del Pan de Azúcar de Yungay, esa acción que ningún general europeo se hubiera atrevido a emprender y que hizo decir al mariscal peruano Gamarra: «El soldado chileno es el más valiente del mundo». Aunque su misión consistía en cuidar a los heridos, Candelaria se dejó contagiar del furor de la lucha y cogiendo los fusiles de los muertos peleó confundida con los que trepaban la ladera casi vertical del cerro clavando las bayonetas para afirmarse, avanzando metro a metro bajo la lluvia de balas y peñascos arrojados desde la cima y rodando al precipicio como moscas. Cayó y expiró en sus brazos el capitán Nieto, su presunto amante. Sin detenerse a cerrarle los ojos, continuó subiendo; de paso dio muerte a un soldado boliviano que le apuntaba insultándola, y llegó a la cumbre cuando el Carampangue acababa de izar la bandera vencedora.

La antigua sirvienta de mano jamás pudo imaginar la celebridad que había conquistado en ese combate de exterminio. Vino a darse cuenta de ello el día en que las tropas de Bulnes desfilaron por la Alameda en la colosal apoteosis del regreso. Un griterío delirante de la muchedumbre se elevaba en la avenida embanderada al paso de la pequeña mujer uniformada que marchaba sin saber si reír o llorar.

Desde entonces y para siempre la llamaron la Sargento Candelaria. Diez años después, exactamente el 25 de febrero de 1849, se estrenaba en Santiago La Batalla de Yungay, un drama histórico en cuyo reparto figuraba la valerosa fusilera del Pan de Azúcar. Ella misma asistía a la representación desde un asiento de la galería. Reconocida en un entreacto, la obligaron a pasar al escenario para ser ovacionada por la concurrencia puesta de pie.

Se sabe que murió inválida y olvidada, pero la posteridad la recuerda y una calle de la comuna de Ñuñoa lleva el nombre ilustre de Sargento Candelaria.

Su mérito póstumo consiste en haber instituido una tradición que no sabemos si subsistirá en el futuro, pero que fue confirmada con brillo en la guerra del 79. El Museo Histórico Nacional conserva los retratos de la buenamoza Irene Morales, cuya vida novelesca vamos a contar, y de su congénere Filomena Valenzuela, del regimiento Atacama, que adornaba con un penacho de plumas su quepis de cantinera de armas tomar. Otras dos «amazonas», como las llamara Vicuña Mackenna, las costureras santiaguinas Leonor González y Juana N., perecieron atacadas a mansalva mientras curaban heridos del Segundo de Línea en el caserío de Tibilaca, a raíz del combate de la quebrada de Tarapacá. En ese terrible encuentro se batió revólver en mano Dolores Rodríguez, natural de Caleu, que aunque seguía a los Zapadores sin empleo militar ni ocupación confesable, se condujo como soldado y recibió un balazo en una pierna.

En esa guerra titánica de uno contra dos, las cantineras habían asumido el papel oficial de enfermeras en cumplimiento de los principios de la Convención de Ginebra, que el Gobierno de la Moneda suscribiera hacía poco. Mientras no existiese la Cruz Roja chilena que se originaría en Punta Arenas en 1903, las émulas de Candelaria Pérez debían encargarse de auxiliar a los heridos «sin hacer distingo entre paisanos y enemigos»... Por supuesto, carecían de la más elemental preparación, porque la contienda sorprendió al Ejército sin organización sanitaria y el insigne cirujano Wenceslao Díaz tuvo que improvisarlo todo sobre la marcha, trabajando con sus colegas en pavorosos hospitales de sangre desprovistos de antisepsia y donde el ochenta por ciento de las operaciones desembocaba en la muerte.

Recordando a la inmortal cantinera y enfermera Irene Morales, el coronel Enrique Phillips escribió en El Mercurio:

«No sólo peleó en medio de los soldados, sino que también confortaba a los moribundos y daba de comer al hambriento y de beber al sediento. Su nombre debe vibrar entre nosotros como un ejemplo de patriotismo y de valor no superado entre las mujeres».




Esta joven de rasgos finos y raro aplomo «de espesa y áspera cabellera» (Vicuña Mackenna), era hija de un carpintero y había nacido ultra Mapocho, en la Chimba que acunó a la Candelaria y al valiente Dardignac. La vida no le escatimó las pruebas más duras, como a todo ser escogido para sobresalir. A los trece años perdió a su padre, y la madre desamparada se fue con ella a Valparaíso, donde le enseñó el oficio de la costura. Allí tuvo Irene su primer amor, el que no pudo ser más infeliz y doloroso, pues casó en artículo de muerte y quedó viuda el mismo día nupcial. Poco después moría su madre. Ya sin consejo ni amparo de nadie, decidió irse a Antofagasta, como pudo haberse ido a cualquiera otra parte, y para pagar el pasaje de tercera clase vendió su máquina de coser. En el puerto de destino conoció a su segundo marido: el músico chileno Santiago Pizarro, que servía en la banda de un regimiento boliviano. No cumplían dos años de casados cuando el cabo Pizarro asesinó a un soldado en una riña de taberna. Fue condenado a muerte y fusilado de noche, en las afueras de la ciudad, a la luz de un farol. La viuda encontró el cadáver abandonado junto a la vía férrea y lo hizo fotografiar antes de darle sepultura para conservar la imagen de la atrocidad que juró vengar de alguna manera.

La ocasión llegó pronto y por donde menos pudo imaginarlo. Una mañana apareció en la bahía la escuadra chilena con sus fuerzas de desembarco, justo cuando las autoridades bolivianas se disponían a sacar a remate las pertenencias salitreras de sus connacionales.

Era la chispa que encendería la guerra, y curiosamente, tocó a Irene Morales ser la primera en romper hostilidades. Después de arengar a los compatriotas reunidos en la plaza (constituían el ochenta y cinco por ciento de la población) y de repartir abrazos en las filas, corrió a la Prefectura, arrancó el emblema oficial y lo pateó en el suelo. Ese mismo día el capitán Camus la admitió como cantinera en su compañía del Tercero de Línea.

Más tarde contó a Vicuña Mackenna que había salido con la expedición a Pisagua «disfrazada de soldado», pero en el retrato publicado por el Nuevo Ferrocarril se aprecia con qué propiedad llevaba el uniforme de botas de caña corta, guerrera de sargento y quepis ladeado a la izquierda; un pañuelo de seda pende del cuello y cae sobre el pecho con descuido. Tenía entonces treinta y cuatro años, y tanto en esta litografía como en el retrato del Museo vemos a una mujer en el apogeo de su popular hermosura.

El dramático desembarco de cinco mil hombres en Pisagua, bajo el horrísono cañoneo de la escuadra, no debe de haberla intimidado, porque en la siguiente batalla de Dolores empuñó el fusil y entró en el fuego como si no supiera hacer sino eso. En un grabado contemporáneo se ve a su batallón trepando por las faldas del cerro San Francisco envuelto en el humo de las descargas cerradas. Dispersado el enemigo, que dejó sus bajas en el campo, la cantinera-enfermera no tuvo descanso en el hospital atestado de heridos de tres naciones, recogidos en parihuelas para ser auxiliados con pareja caridad. De esos bolivianos examinase a los que ella ayudaba a revivir, ¿cuántos no habrán sido blanco de sus propios certeros disparos? De ser así, cumplió el juramento de venganza y lavó el odio de su alma prodigándose en el ejercicio de la solidaridad humana.

Al abrirse la segunda campaña de la guerra la destinaron a la Cuarta División como lavandera del coronel Barbosa. Cumplía este menester en el campamento de Tacna, a corta distancia de las líneas peruanas, cuando al pasar de la lavandería a la tienda de su jefe se extravió en medio de la camanchaca nocturna. Fue a dar al vivac del regimiento de Carabineros de Yungay, y allí la sorprendió la iniciación de la batalla de veintidós mil hombres, librada en un arenal y donde Campero, Presidente de Bolivia, mandaba los ejércitos aliados. Matanza de ocho horas, sostenida sin agua bajo un sol de fuego y donde el coronel Lagos convirtió la inminente derrota en victoria y apabulló en tal forma a Campero y sus tropas que les hizo volverse a la Paz.

Como Candelaria Pérez, Irene Morales salió ilesa de la ruleta de la muerte; como ella, terminó su vida en la obscuridad de donde había salido; y se tomó el mismo desquite post mortem, dando su nombre a la más corta calle de su ciudad natal.

Fuente: http://www.cervantesvirtual.com/servlet ... 01.htm#I_3_
Avatar de Usuario
M 1
Suboficial Mayor
Suboficial Mayor
Mensajes: 1370
Registrado: 06 Mar 2005
Ubicación: Hispania Citerior

Medallas

Parches

Mensaje por M 1 »

Yo saco a la luz a Dª. Juana Martínez López, cantinera de Batel, integrada en el grupo de tropas que se retiraron a Monte Arruit (1921), y donde atendió a los heridos de esta posición, en cuyos brazos murió el Tcol. D. Fernando Primo de Rivera; prisionera de los rifeños, consigúió escapar de éstos, llegando a Melilla.

Declaró en el Expdiente Picasso. folio 455 vuelto.

Imagen

Saludos, M 1.
Gott mit Uns (lit. Dios con Nosotros)
Avatar de Usuario
Pla
Alferez
Alferez
Mensajes: 1670
Registrado: 03 May 2004
Ubicación: ESPAÑA
Agradecimiento recibido: 2 veces

Medallas

Parches

Mensaje por Pla »

Qadesh escribió:Más cantineras:

Carmen Vilches, cantinera del Batallón de Mineros de Atacama
Vaya, de esta yo sabía tocar hasta la canción con la guitarra. Decía algo así como:

"Orgullo de su batallón,
todos suspiran por ella,
por su desplante burlón,
por corajuda y por bella"

Y luego seguía con la toma del fuerte ese.

Saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Las Bombachas Coloradas


"Para tomarse aquel fuerte
trepa con las avanzadas
los soldados van cayendo
las bombachas coloradas"

"y sobre el fuerte rendido
la Carmen Vilches se planta
su sable en sangre teñido
escarlata sus bombachas"

coro

"Bombacha colora
tiene la Carmela
bombacha colora
tiene la Carmela
Parecen en las batallas
mi alma una bandera
Parecen en las batallas
mi alma una bandera"

saludos
Avatar de Usuario
Pla
Alferez
Alferez
Mensajes: 1670
Registrado: 03 May 2004
Ubicación: ESPAÑA
Agradecimiento recibido: 2 veces

Medallas

Parches

Mensaje por Pla »

Claro, que esa tú te la tienes que saber, fijo Lord Almirante.

Saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Imagen

Cantinera de los Tercios de Flandes.
Avatar de Usuario
Loïc
Teniente
Teniente
Mensajes: 1848
Registrado: 20 Feb 2005
Agradecimiento recibido: 1 vez

Medallas

Parches

Mensaje por Loïc »

Pero es realmente una cantinera porque no eran las solas mujeres que acompañaban los ejércitos (ejem ejem) :oops:
en este hilo de fotografias de cantinières francesas hay una ilustracion de cantineras Españolas 3a Guerra Carlista
http://dressreform.tripod.com/vivcant.html
Calumniad, calumniad, de la calumnia quedara siempre algo
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Si señor, éstas:

http://dressreform.tripod.com/spanishcw1875vivs.jpg
Gracias.
Avatar de Usuario
Urogallo
General de Ejercito
General de Ejercito
Mensajes: 16384
Registrado: 06 Nov 2003
Ubicación: El foro de los 1.000 años.
Agradecido : 76 veces
Agradecimiento recibido: 5 veces
Contactar:

Medallas

Parches

Mensaje por Urogallo »

Del ejército de Alba se decia " Nunca se ha visto un cuerpo tan pequeño con una cola tan larga", por las esposas y prostitutas que lo acompañaban...y esa señora mas bien parece la "señora" de alguien, ya que en aquella época se combatía junto a la familia de uno.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Según reza la documentación de la que está sacada la ilustración ("Los ejércitos de Carlos V", de Osprey), corresponde a una cantinera, aún cuando estoy totalmente de acuerdo con Urogallo en los de las "colas" de los ejércitos antiguos.

Retrocediendo más en el tiempo, podemos leer en la documentación sobre la batalla de Qadesh, que al ejército egipcio lo seguía otro verdadero "ejército" compuesto por los familiares de los soldados, comerciantes, prostitutas...
Avatar de Usuario
Roren
Teniente
Teniente
Mensajes: 1819
Registrado: 10 Dic 2003

Medallas

Mensaje por Roren »

O sea, que se iban a la guerra con todo el equipo. No se sentirian tristes, no.
Cuando hayas cortado el último arbol, contaminado el último rio y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer.
Flack
Suboficial Mayor
Suboficial Mayor
Mensajes: 1281
Registrado: 21 May 2004

Medallas

Parches

Mensaje por Flack »

El llevarse las mujeres consigo a la guerra no es tan viejo. En la campaña de Crimea o en la India, muchos oficiales llevaban consigo a sus esposas.

Saludos
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Flack escribió:El llevarse las mujeres consigo a la guerra no es tan viejo. En la campaña de Crimea o en la India, muchos oficiales llevaban consigo a sus esposas.

Saludos
Si es viejo, si. Tanto como la humanidad.

En las láminas de Christopher Suhr ("El burgués de Hamburgo") sobre la Expedición española a Dinamarca (1807-1808), aparecen dos extraordinariamente curiosas sobre este aspecto que comentamos.

En una aparace un soldado de los Voluntarios de Cataluña, montado, con su mujer a la grupa, al estilo español. En otro aparece otro soldado conduciendo una tartana con toda su familia (perro incluído).
Avatar de Usuario
Roren
Teniente
Teniente
Mensajes: 1819
Registrado: 10 Dic 2003

Medallas

Mensaje por Roren »

:) :) :) :) :) :) :) . Eso si que es irse con todo el equipo.
Cuando hayas cortado el último arbol, contaminado el último rio y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer.
Avatar de Usuario
Urogallo
General de Ejercito
General de Ejercito
Mensajes: 16384
Registrado: 06 Nov 2003
Ubicación: El foro de los 1.000 años.
Agradecido : 76 veces
Agradecimiento recibido: 5 veces
Contactar:

Medallas

Parches

Mensaje por Urogallo »

El burgués de Hamburgo...Jose María Bueno incluye las laminas a que te refieres en su libro sobre la expedición.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Si, señor. Éste:

Imagen
Avatar de Usuario
Urogallo
General de Ejercito
General de Ejercito
Mensajes: 16384
Registrado: 06 Nov 2003
Ubicación: El foro de los 1.000 años.
Agradecido : 76 veces
Agradecimiento recibido: 5 veces
Contactar:

Medallas

Parches

Mensaje por Urogallo »

Magnifico libro, como todos los de Bueno.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Urogallo escribió:Magnifico libro, como todos los de Bueno.
SI, así, en mayúsculas, pero... con un cierto reparo.

Un ejemplo. En "Uniformes españoles de la Guerra de la Independencia", libro-compedio único por muchos motivos, y que por el sólo hecho de haberlo publicado ya sería merecedor de un monumento en bronce de 100 metros de altura, cae en el error de asignar a los Húsares de San Narciso un vistoso uniforme multicolor, con dolman, pelliza, alamares, etc. a similitud de los húsares formados ANTES de la GI. Basa su información en un pliego de recortables editados en la década de los 50 (del siglo XX claro), a su vez basado en datos (no especifica cuales) del Archivo Municipal de Gerona, algo confusos. Y así lo dibuja.

En realidad (y así consta en más documentación contemporánea y posterior), el uniforme era mucho más apagado: calzón pardo y dolman blanco. Y ello por una razón. Durante los sitios de esa ciudad, cuando se creó el regimiento, no había tejidos de colorines que utilizar, pero si viejos tejidos de hábitos de fraile, que fueron los utilizados para el menester.

Aún cuando en el texto menciona esta versión, no lo plasma así en su dibujo.

No obstante, obras como las dos mencionadas y, sobre todo, "El Ejército y la Armada en 1808", en mi opinión, forman la trilogía indispensable en la biblioteca de cualquier aficionado a la Uniformología española, o por extensión a los hechos de la Guerra de la Independencia.
Solideo
Soldado
Soldado
Mensajes: 25
Registrado: 07 Dic 2006

Mensaje por Solideo »

Vicenta Valdivia Salmeron, legionaria que vivia en la 1ª cia de la IV Bandera del 2º Tercio de la Legion, conocida por todos por la Peque (por su fisico, que no por su caracter).

URL=http://imageshack.us]Imagen[/URL]

http://img99.imageshack.us/img99/562/lapequect0.jpg
Avatar de Usuario
betiquer
General de Brigada
General de Brigada
Mensajes: 7363
Registrado: 17 May 2007
Ubicación: 5º TERCIO DE LA LEGION
Agradecido : 282 veces
Agradecimiento recibido: 378 veces

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por betiquer »

Rosario Vázquez, cantinera del Tercio de Extranjeros.

Imagen
"Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla" (Demócrito)

"Cuando adviertas que para producir necesitas la autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada." (Alissa Zinovievna Rosenbaum)
Avatar de Usuario
betiquer
General de Brigada
General de Brigada
Mensajes: 7363
Registrado: 17 May 2007
Ubicación: 5º TERCIO DE LA LEGION
Agradecido : 282 veces
Agradecimiento recibido: 378 veces

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por betiquer »

Otra cantinera del Tercio; se llamaba Rosetta Holdria y era de origen italiano.

Imagen


Portada del libro que se menciona en el pie de foto:


Imagen
"Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla" (Demócrito)

"Cuando adviertas que para producir necesitas la autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada." (Alissa Zinovievna Rosenbaum)
Avatar de Usuario
Werewolf
Subteniente
Subteniente
Mensajes: 1050
Registrado: 21 Jun 2005
Ubicación: GRANADA
Contactar:

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por Werewolf »

Saludos ¡¡¡

AMALIA ANSUÁTEGUI, CANTINERA DEL BATALLÓN DE AUXILIARES DE LA DEFENSA DE BILBAO (1873-1874)

viewtopic.php?f=46&t=4119" onclick="window.open(this.href);return false;

Werewolf
"El proposito de la guerra no es morir por el pais,sino hacer que el otro bastardo muera por el suyo. Patton
Avatar de Usuario
betiquer
General de Brigada
General de Brigada
Mensajes: 7363
Registrado: 17 May 2007
Ubicación: 5º TERCIO DE LA LEGION
Agradecido : 282 veces
Agradecimiento recibido: 378 veces

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por betiquer »

Otra cantinera del Tercio. Esta vez en labores de enfermera:

Imagen
"Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla" (Demócrito)

"Cuando adviertas que para producir necesitas la autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada." (Alissa Zinovievna Rosenbaum)
Avatar de Usuario
jmunrev
General de Brigada
General de Brigada
Mensajes: 8395
Registrado: 08 Jun 2007
Ubicación: Septem Fratres
Agradecido : 11 veces
Agradecimiento recibido: 22 veces

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por jmunrev »

Pues quien quiera ver desfilar a cantineras hoy en dia solo tiene que ir a las fiestas de dos pueblos en Guipúzcoa: Fuenterrabia el 8 de septiembre e Irún el 30 de junio.
Ambas localidades realizan un desfile militar formado por sus paisanos cuyos origenes estan en la derrota de los francese en 1522 y 1638 respectivamente. El uno es conocido como el Alarde y el otro como Desfile de San Marcial.
Los barrios forman compañias de infanteria (escopeteros les llaman) y el Ayuntamiento, ademas del general, organiza los "Hacheros" (gastadores), escuadron de caballeria y bateria de artilleria. Pese al origen, las uniformidades y la militaria en general, incluida la música, se basan en la epóca carlista. Pues bien, cada compañia elige a una cantinera que desfila con su compañia.
aqui tiene a una de estas cantineras:
Imagen
"Yo soy un marino hijo de España, pero, desgraciadamente, hay muchos oficiales que son hijos de Drake".
Almirante Montero, Armada de Chile.
APV
General de Ejercito
General de Ejercito
Mensajes: 17215
Registrado: 11 Abr 2006
Agradecido : 10 veces
Agradecimiento recibido: 595 veces

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por APV »

Creó recordar que ha habido problemas en ese Alarde respecto a las compañías mixtas donde participan mujeres.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
Avatar de Usuario
jmunrev
General de Brigada
General de Brigada
Mensajes: 8395
Registrado: 08 Jun 2007
Ubicación: Septem Fratres
Agradecido : 11 veces
Agradecimiento recibido: 22 veces

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por jmunrev »

El problema es que una amplia mayoría no quieren que participen las mujeres como soldados, solo como cantineras por respeto a la tradición; pero tambien, como no allí, la politica esta por medio (el mundo racical de HB se ha posicionado del lado de la participación femenina como soldados y eso ha sido suficiente para que muchos se posicionen en contra). Se vive tanto la fiesta que algunas familias incluso estan enfrentadas.
"Yo soy un marino hijo de España, pero, desgraciadamente, hay muchos oficiales que son hijos de Drake".
Almirante Montero, Armada de Chile.
Avatar de Usuario
Werewolf
Subteniente
Subteniente
Mensajes: 1050
Registrado: 21 Jun 2005
Ubicación: GRANADA
Contactar:

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por Werewolf »

Saludos ¡¡¡

Mera politica,el problema este de las compañias mixtas.Cuando en realidad todos sabemos que la mujer siempre ha tenido un papel muy importante en las guerras desde el principio de la humanidad.


Werewolf
"El proposito de la guerra no es morir por el pais,sino hacer que el otro bastardo muera por el suyo. Patton
Avatar de Usuario
jmunrev
General de Brigada
General de Brigada
Mensajes: 8395
Registrado: 08 Jun 2007
Ubicación: Septem Fratres
Agradecido : 11 veces
Agradecimiento recibido: 22 veces

Medallas

Parches

Re: Las cantineras: la mujer en los Ejército.

Mensaje por jmunrev »

Werewolf escribió:Saludos ¡¡¡

Mera politica,el problema este de las compañias mixtas.Cuando en realidad todos sabemos que la mujer siempre ha tenido un papel muy importante en las guerras desde el principio de la humanidad.


Werewolf
Pues yo no lo sabia. En cualquier caso, las milicias concejiles que se movilizaban en esas plazas fronterizas cuando los franceses entraban en España no incluían a las mujeres. Eso es una realidad, guste o no. Y me parece riduculo recurrir a la igualdad como si se tratara de un derecho, solo es una representación de un hecho historico.
"Yo soy un marino hijo de España, pero, desgraciadamente, hay muchos oficiales que son hijos de Drake".
Almirante Montero, Armada de Chile.
Responder

Volver a “Uniformología”