Antigono Monoftalmos escribió:El problema es que los romanos nunca entendieron a sus enemigos persas; para ellos bastaba con tomar la capital (o lo que ellos consideraban la capital) para poner fin a la campaña. Era lo lógico, para los romanos (y para la mentalidad helenística) la capital era el centro del poder, y una vez caído este, caía el reino; aunque el rey escapara, carecía de su núcleo de poder, y todo se reducía a perseguirle y a operaciones de limpieza.
Para los persas, el tomar una ciudad no significaba nada, tomar Ctesiphonte era, simplemente, tomar la capital de verano del Gran Rey...porque en realidad el núcleo del poder no era ninguna ciudad, era el propio monarca persa quien era el centro del poder, y mientras siguiera suelto y dando órdenes, la guerra no acabaría. Esto lo entendió Alejandro muy bien, por eso no acabó su campaña cuando cayó Persépolis, ni cuando Darío III fue asesinado; sabía que mientras hubiera un rey persa dando órdenes, aquello no acabaría, y por eso llegó hasta el final...cosa que no hizo ningún César de Roma...por eso nunca jamás pudieron librarse de la "trampa persa"
Yo creo que la diferencia radica en que, en contraposición de los Macedonios, la República Romana y luego el Imperio, tenia mucha más fronteras que defender y por ende muchos más enemigos de los que Alejandro y Macedonia pudieron tener, sobre todo gracias a que Filipo II limpio y venció a todos sus enemigos del momento, dejandole la vía libre a su hijo para que comenzara su campaña en Asia con la retaguardia asegurada (como siempre lo mantuvo a lo largo de todas sus campañas), obviamente se podía dar el lujo de aventurarse a perseguir a Dario por los confines del mundo conocido.
Lutzow escribió:Tampoco podría haber hecho mucho el Magno ante un enemigo más ágil, que se retira cuando no le interesa el combate, y a quien no le importa perder su capital a sabiendas de que el rival no a poder permanecer mucho en ella... La Persia Aqueménida no tenía mucho que ver con partos o sasánidas...
Saludos.
Sumado a eso, los Aquemenidas no eran un rival muy destacado después de todo, su potencia se basaba en el numero, mientras que los Partos si le sacaban mucho provecho a las virtudes que los anteriores nunca pudieron (la movilidad de la caballería). Por lo que creo que el rival al que se enfrento Alejandro (sin quitarle mucho merito) tampoco era el mejor. Si los Partos se hubiesen enfrentado a una falange macedonia, los habrían destrozado fácilmente, y la prueba esta en que le paso a un ejercito tan poco móvil como lo fueron las legiones de Craso en Carrhae. Y tampoco creo que la caballería de Alejandro fuera rival para los Catafractos Partos, vamos que estaban blindados hasta por los dientes. Los Romanos tuvieron que adaptar sus tácticas para poder vencerlos, cosa que la rígida mentalidad militar griega no hubiese logrado tan rápidamente como fuera requerido.
“Muchos de los que viven merecen morir, y muchos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos”.
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