Decía yo que las Crónicas son muy interesantes y hay bastantes (cristianas, de las árabes ya hablaremos), así que a ver cómo me las apaño para hacer este tema entretenido y sencillo. Lo que voy a hacer es una lista por orden cronológico, centrándome en explicaciones de las más importantes, las que nos dan información fiable y de primera mano sobre temas militares y campañas, porque de otro modo no terminaríamos nunca.
Historia de regibus gothorum (y los vándalos y los suevos también) escrita en latín por Isidoro de Sevilla entre los años 265 al 624. Se basó en fuentes anteriores condensándolas a su gusto, así que fiabilidad no tiene mucha, pero se nota que San Isidoro estaba muy encariñado con su tierra:
Tú eres, oh España, sagrada y madre siempre feliz de príncipes y de pueblos, la más hermosa de todas las tierras que se extienden desde el Occidente hasta la India.
Crónica bizantina-arábiga. Escrita entre el 743 y el 744 en Egipto primeramente y luego el autor se trasladó a vivir al sur de la Península Ibérica. Sirvió de base para la siguiente
Crónica mozárabe de 754. Obra de un supuesto obispo Isidoro, es muy interesante para seguir la historia de la expansión de los Omeyas a costa de los bizantinos.
La Crónica Albeldense la redactó por orden del monarca Alfonso III el Magno de Asturias un monje llamado Dulcidio entre el 881 y el 883, es la que da noticias más escuetas pero también menos contaminadas, hasta que en el reinado de este monarca empieza a explayarse ampliamente para destacar sus méritos. Hay que tener en cuenta que si Ramiro I le birló el trono al sobrino de Alfonso II el Casto llamado Nepociano, como todo parece indicar, su reinado, el de su hijo y el de su nieto no serían del todo legítimos, así que de las llamadas crónicas asturianas hay que coger los datos con pinzas porque siempre estarán manipulados para exaltar la dinastía cántabra y criticar a la de Pelayo.
Conservamos la crónica gracias a que fue copiada en el monasterio de San Martín de Albelda en La Rioja por un monje llamado Vigila, de ahí que lo llamen Códice Vigilano. Nos interesa porque tiene unas miniaturas que retratan a los reyes con sus espadas y lanzas.
La Crónica de Alfonso III se conserva en dos versiones casi iguales pero con alguna diferencia de redacción, la Versión Rotense está incluida en el llamado Códice de Roda, menos manipulada y más tosca, y la Versión Sebastianense es la que el obispo Sebastián de Orense, sobrino del rey, retocó para hacerla más lucida.
Crónica de Sampiro que era un obispo de Astorga allá por el siglo XI, abarca los últimos años de reinado de Alfonso III de Asturias y los reinados de sus sucesores hasta Alfonso V de forma que es una continuación de la crónica Albeldense.
Los Anales Castellanos Primeros. O Cronicón de San Isidoro de León, cubre los años entre 618 y 940 por lo que fue redactado en la corte de Ramiro II y para la historia militar de la alta Edad Media hispana es un imprescindible absoluto:
El martes 6 de agosto, día en que los cristianos celebraban a los santos Justo y Pastor, vinieron los cordobeses a Simancas con su nefandísimo rey Abderramán y todo su ejército, y allí fijaron sus tiendas. Pero les salió al encuentro el rey Ramiro rodeado de condes... y otra multitud de tropas. Con la ayuda de Dios se arrojaron sobre los moros y allí cayeron segados por la espada más de tres mil... los demás huyeron. Después, a los dieciséis días, como ellos prosiguiesen en su fuga... se les opusieron los nuestros... y fueron dispersados los ismaelitas, muertos y despojados. Regocijáronse los adoradores de Cristo, volvieron a sus casas con rico botín y se enriquecieron con sus despojos Galicia, Castilla, Álava y Pamplona, con su rey García Sánchez. A Dios gracias.
La Historia Compostelana, redactada aproximadamente entre 1107 y 1149 recoge las historias del obispo de Santiago de Compostela Diego Gelmírez. Interesante si queréis saber por qué los gallegos en un ataque de mala leche llegan a arrastrar a una reina medio desnuda por el barro
Chronicon Compostellanum. Empieza con el reino visigodo y termina con la muerte de Urraca I en 1126.
Chronica Adefonsi imperatoris fue escrita entre 1153 y 1157 y relata la historia de Alfonso VII el Emperador. Es más bien cortesana que militar pero claro, aparecen personajes como el Cid o Alvar Fáñez.
Corpus pelagianum. Es una compilación de crónicas realizada por Pelayo, obispo de Oviedo. No le hagáis ni caso, era un mentiroso compulsivo que no entendía por qué los peregrinos preferían dejarse el dinero visitando Santiago en vez de dejarlos en Oviedo visitando al Salvador y manipulaba la historia para arrimar el ascua a su sardina.
Crónica Silense o Historia legionense es una biografía inconclusa de Alfonso VI de León y Castilla escrita en el primer tercio del siglo XII:
Diré cuánta decisión hubo [en Alfonso]
para acrecentar el reino de España y luchar contra los bárbaros, enumerando cada una de las provincias arrancadas de sus sacrílegas manos y devueltas a la fe de Cristo
Por desgracia el autor se quedó justo en cuando Alfonso accede al trono, así que nos quedamos sin saber cuántas batallas ganó a los enemigos de Cristo.
Los Anales navarro-aragoneses son la obra en prosa romance más antigua conservada en España, de 1186. Recogen el asesinato del joven conde de Castilla que tanto impacto causó en todos los reinos peninsulares:
Era M.ª L. VIII. aynos mataron al yfant García en León.
Los Anales Castellanos Segundos se compilaron a finales del siglo XII. Como se conservan en la Universidad de Alcalá muchas veces los veréis nombrados como Anales Complutenses. Fueron usados de base para la siguiente.
Crónica Najerense. Empieza con la creación del mundo y termina hacia 1173. Utiliza muchos datos que provienen de los cantares de gesta.
Historia Roderici es la biografía de Rodrigo Díaz de Vivar escrita hacia 1190. Todo lo que se sabe de él ha salido de aquí puesto que parece que recoge la misma tradición oral que el Cantar.
El Liber Regnum fue redactado en romance entre 1194 y 1209. Empieza en el Génesis y termina con un Felipe II
qui agora es rei de França. Está muy centrado en los reyes de Aragón y los de Francia por conexiones matrimoniales entre ellos pero también contiene una breve genealogía del linaje del Cid.
Est rey don Remiro fo muit bueno e ovo muitas faziendas con moros e lidió muitas vezes con ellos e venciélos. Et a postremas vino sobr' él el rey don Sancho de Castiella, qui era so tío, ermano de so padre, con grant poder de moros e con tod el poder de Zaragoza, qui era de moros. Vinieron a él a Sobrarbe e gastóronle toda la tierra, et él vino a ellos a batalla e lidió con ellos e matóronlo en Grados, era M. C. I.
El Libro de los hechos del rey Jaime es una de las cuatro grandes crónicas de Aragón. Fue la conquista de Mallorca en 1229 la que impulsó su redacción. Imprescindible también para el estudio de la conquista de Valencia.
...Gratias deo a quo omni virtus quod rex et domminus et pater noster vicit in pugna campestri ammiramamolenum in qua credimus honorem adeptos precipuum...
...Gracias a Dios, del que viene todo el poder, nuestro padre, rey y señor, ha derrotado al emir Miramamolín en batalla campal de un modo que creemos enaltece particularmente su honor...
Berenguela de Castilla, reina de León, a su hermana Blanca, princesa heredera de Francia. Julio de 1212.
, pero de lo que aquí vamos a hablar es de fuentes documentales. Voy a tratar de hacerlo muy sencillo y resumir mucho, porque la verdad es que el tema es un poco tedioso cuando te lo explican al estilo de un catedrático universitario del pleistoceno, centrándonos en los documentos que de verdad tienen algo que ver con asuntos militares. Si queréis ampliar sobre el tema hay dos tomos de la UNED sobre paleografía y diplomática escritos por Tomás Marín Martínez que son los básicos por los que se estudia en todas las universidades de este país. El resto de las fuentes para este artículo son… los propios documentos. Y ya que estamos en este foro, ¿qué tal si empezamos por la firma del Gran Capitán?
Este documento está en la Colección de autógrafos del Archivo Histórico Nacional (Diversos-Colecciones,18,N.1610) Es la Orden de Gonzalo Fernández de Córdoba para que la compañía del Capitán Margaristro se reparta entre Sicigliano, Oliveto y Sinerchia, firmada en Castilnuovo en 1503.
) Por definición los públicos se hacen para que los conozca el mayor número de personas, los privados son sólo para los interesados, aunque luego siempre existe una zona gris de documentos que deberían ser privados pero que se escriben con intención de que se conozcan, documentos que no sabes muy bien dónde clasificar y luego está el hecho de que los reyes casi nunca escriben de su mano, lo hace un equipo de escribanos y ellos sólo firman, y todo lo que suelen escribir acaba teniendo una copia para el archivo real, con lo cual una carta privada acaba siendo conocida por toda la chancillería. 
La Chanson de Roland, El Cantar de Mío Cid o el Poema de Fernán González son imprescindibles pero hay que andarse con mucho ojo para separar el polvo de la paja. Los historiadores siguen tirándose los trastos a la cabeza con el tema pero más o menos, la mayoría, admite que el Cantar de Mío Cid fue escrito por influencia de la corte de Alfonso VIII de Castilla y el Poema de Fernán en el monasterio de San Pedro de Arlanza hacia 1250, ambos muchos años después de que sus protagonistas criasen malvas. Como recogen una tradición oral sí que se pueden rastrear datos que coinciden con la época en la que vivieron pero otros detalles son claramente anacrónicos (en el Cantar de Mío Cid se menciona una convocatoria de Cortes ¿a finales del siglo XI? imposible :dpp: ) 
a través de Al jandaq, o sea un castillo que guarda un barranco a unas cinco millas de Gormaz. Eso significa que hay al menos tres posibles rutas 
Personalmente las considero muy interesantes porque el autor de las mismas participó personalmente en las batallas y combates que relata, aunque la verdad es que no se explaya demasiado en las descripciones de los mismos.
Son bastante realistas en sus descripciones de combates y tácticas de guerra, sobre todo el Tirant, escrito por un caballero bastante parecido al protagonista del libro. 
) Para que veáis hasta que punto el mundo militar impregnaba la fins d'amour, o amor cortés, habéis de saber que el caballero/amante debe mostrarse ejemplar en los torneos y en los combates. En la Île de France, el término provesse se refiere a las virtudes militares; mientras que proeza, en lengua de oc, designa el conjunto de cualidades que adornan al fino amante. 
