Eran las 11.30 de la mañana del 30 de abril de 1980 cuando un grupo de hombres armados irrumpió por la puerta principal del 16 de Princes Gate, un elegante edificio en una zona residencial de Londres, allí se encontraba la embajada Iraní. En el interior de la embajada se encontraban 19 iraníes y 7 hombres no iraníes entre ellos 2 periodistas de la BBC, y el jefe de policía Trevor Lock. Trevor rápidamente consiguió transmitir un mensaje de emergencia a Scotland Yard e inmediatamente el edificio fue rodeado por miembros de la D11 (boinas azules), tiradores de la C13 (escuadra antiterrorista) y miembros del C7 (la rama de apoyo técnico de Scotland Yard).

Unas horas mas tarde, exactamente a las 14.35 los terroristas se autodenominaron Grupo de Mártires, opositores al régimen islámico instaurado por el Ayatolá Jomeini. Exigían la liberación de 91 prisioneros encarcelados en Irán y el traslado a Londres de los mismos. El plazo para que su petición fuera atendida era de 24 horas, al día siguiente si no se atendía su propuesta la embajada seria volada y los rehenes asesinados.



En las primeras horas el desconcierto de las autoridades britanicas era máximo, no se sabía exactamente cuantos rehenes se encontraban en el interior ni se conocía el número total de los asaltantes así como quienes eran. Mientras se iniciaban las conversaciones un equipo del SAS estaba tomando sus propias medidas, lo primero la construcción de un modelo a escala de la embajada. Al SAS no le iba a pillar de sorpresa, desde los primeros años de la década de los 70 y tras la masacre de los atletas israelitas en el aeropuerto de Munich en 1972, el SAS se había estado preparando para responder a ataques terroristas. El cuartel general del SAS en Bradbury Lines en Hereford se había entrenado a sus hombres en el uso de armas ligeras en espacios cerrados. Sus procedimiento y entrenamiento consistía en la irrupción en habitaciones, donde tenían que distinguir rápidamente a los enemigos disparando sobre ellos sin causar baja en los hipotéticos rehenes, no había sitio para errores. Se les instruía en rappel en edificios, uso de explosivos para derribar puertas y ventanas, uso de granadas aturdidoras, que ya fueron probadas por los miembros del GSG9 en Mogadiscio en 1977.Operation Magic Fire 1977


Mientras el SAS preparaba el posible asalto miembros de C7 colocaban micrófonos con el fin de saber exactamente cuantos terroristas ocupaban la embajada y donde estaban situados. Para evitar los ruidos de la colocación de los mismo se pidió a trabajadores el gas que realizaran reparaciones de urgencia con martillos neumáticos en los alrededores de la embajada, mientras una pared medianera con el edificio de al lado fue quirúrgicamente desmontada dejando solo la capa de yeso dispuesta para que una sección de asalto pudiera entrar por allí. Las negociaciones iban por buen camino, se había conseguido liberar algunos rehenes a cambio de algunas pequeñas concesiones y dos días después, habiéndose cumplido dos plazos los rehenes rebajaron sus exigencias, no sin producirse algún momento de tensión que fue calmado cuando las exigencias de los rehenes fue hecha publica por los medios de comunicación.



Pero a las 11.40 de la mañana del 5 de mayo, tras seis días de secuestro, el jefe de la policía Trevor hizo una declaración pública desde una ventana de la embajada anunciando que los secuestradores iniciarían a disparar sobre los rehenes si no llegaban noticias satisfactorias de los mediadores árabes con el régimen iraní. A las 13.31 sonaron los primeros disparos en el interior de la embajada, no se sabia que estaba pasando, y a las 18.50 horas otros disparos se escucharon en el interior de la embajada, momentos después el cadáver de un oficial de prensa fue sacado por la puerta principal.

 



Esto colmo el vaso de la paciencia Britanico y a las 19.23 horas miembros del SAS asaltaron la embajada desde 3 posiciones distintas. Desde los balcones colindantes un grupo de SAS irrumpió a través de la ventana de seguridad de la embajada que previamente habían volado con una carga explosiva, desde el patio trasero otro grupo de tres hombres descendió en rappel y el tercer grupo penetro a través del edificio colindante atravesando la fina capa de yeso. Después de 17 minutos y algunos intercambios de disparos los 6 terroristas fueron reducidos, 5 de ellos muertos por disparos certeros de los SAS y un rehén murio por los disparos de un secuestrador. Cuando la gente quería darse cuenta de que había pasado, dos furgonetas Avis abandonaban rápidamente la zona con los SAS.